No hay bocado más delicado para un estómago desconfiado que la carne de un enemigo; se lo traga sin mascarlo, como hacen los glotones. Sir Richard BakerLa primera mención a la recolección que de alguna forma permite datarla se encuentra en el prólogo a una traducción del Eclesiástico que se escribió hacia el 117 a. C., donde se indica que